Psiquiatría

Personalidades psicopáticas
Dr. Hugo Marietán
Publicado en la revista Alcmeón, Volumen 7, Nº 3, Noviembre 1998

Índice

Segunda Parte

No toleran el fracaso y menos aún la frustración
Defensa aloplástica
La culpa
¿Por qué un psicópata no tiene culpa?
El autocastigo psicopático


Primera Parte

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No toleran el fracaso y menos aún la frustración

Llamamos fracaso al hecho de intentar una acción, llevarla adelante y obtener un resultado desfavorable. Hablamos de frustración cuando nos topamos con un obstáculo tan difícil que no podemos ni siquiera intentar la acción para conseguir el objetivo. El fracaso (intentar hacer algo y que salga mal) genera bronca, rabia y culpa por no haber previsto las consecuencias de la acción, pero deja siempre una enseñanza "Si yo lo hubiera hecho de tal y cual manera, hubiera salido bien". En cambio la frustración (no poder llevar adelante la acción) genera sensación de impotencia.

Cuando fracasamos nos ponemos a revisar los pasos que llevaron a ese resultado desfavorable. De eso uno aprende, se siente culpable de los errores.

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Defensa aloplástica

¿Qué pasa con el psicópata? El psicópata no hace ese razonamiento. El psicópata hace lo que se llama la defensa aloplástica. "Me hicieron fracasar", sitúa la responsabilidad en los otros. No puede hacer el insigh de decir "Yo fui responsable por tal y tal motivo". Todos ustedes conocen a psicópatas que son "inocentes de todo". Cuando no pueden salir adelante dicen que la responsabilidad es del país, que en Estados Unidos sería diferente, podrían progresar, etcétera.

Hacen defensa aloplástica, no se sienten responsables.

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La culpa

Para sentir culpa uno debe sentirse responsable de la acción, debe sentir que ha fallado. Cuando se evalua que son los otros, el medio o las circunstancias que lo han hecho fallar, entonces no hay culpa.

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¿Por qué un psicópata no tiene culpa?

A: Porque considera al otro como una cosa y no como una persona.

A: Tiene distinta escala de valores.

M: ¿Por qué tiene distinta escala de valores? ¿De donde viene? ¿Lo trajeron de Estambul? ¿Cómo puede ser que tenga otra escala de valores si nació con nosotros, jugó al fútbol con nosotros, estaba en nuestra escuela y se conocían nuestros padres?

A: lo que pasa es que el egocéntrico está más atento a su propia necesidad y no a la del grupo.

M: Hay muchos que son así y son los egoístas. Se justifican, pero ellos saben que han cometido algo vergonzoso. No por eso son psicópatas. Recuerden que los psicópatas son pocos. No confundan la psicopatía con los egoístas, con los neuróticos, con los ambiciosos, que son otras variedades dentro de la especie. ¿Por qué no tienen culpa los psicópatas? Los valores morales vienen de afuera y el individuo los introyecta. El individuo está inmerso en esos valores. ¿Por qué un individuo cumple una norma?

A: Para evitar el castigo, por empezar.

M: Usted está hablando de que se es bueno a la fuerza, usted está en contra de Sócrates, en contra de Rousseau (El hombre nace bueno y la sociedad lo hace malo). Se cumple una norma porque se cree que en el fondo de la norma hay algo bueno para todos, para el grupo. No hay recompensa suficiente que pueda hacer que uno cumpla una norma, que la siga lealmente, dignamente, sabiendo que va hacia el mal. Uno cumple la norma porque cree, en el fondo, que esta norma es para el bien común.

Uno cumple una norma porque responde a un bien común, y es lo dado. Como la sociedad es un resguardo del individuo, entonces se da la retroalimentación, yo cumplo la normativa y la sociedad me protege a mí, a mis hijos, etcétera.

Porque cumplir las normas corresponde a lo que se llama el bien común. Cuando el individuo comete un acto que es transgresor, siente culpa. ¿Por qué? Porque él transgrede la ley o la norma, pero pasando a través de la norma, porque la tiene introyectada. Sabe interiormente que lo que está por hacer es malo y le genera ese displacer interno llamado culpa. Y no solamente lo sabe, sino que lo siente. No solamente sabe la letra, sino también tiene introyectada la melodía, la música de la norma. Uno atraviesa la norma, la transgrede, pero como resultado obtiene la culpa. Sabe y siente que está haciendo algo mal.

El psicópata, como no tiene introyectada la norma, la bordea. Para él la norma es un obstáculo, es una piedra a saltar. No la tiene introyectada. Conoce la letra pero no tiene la música, no tiene la melodía, el sentimiento, no la siente. Rodea la norma como un obstáculo. Conoce la norma, porque cognitivamente no es un abandonado de Dios, pero no conoce el sentimiento, no le da importancia al bien común, tal vez no crea que exista el bien común.

Por eso la típica respuesta cuando se le dice "¿Por qué hiciste esto, si no es bueno, no es normal, no está bien?". Entonces él contesta "¿quién dice que no es normal? ¿Qué, dos o tres viejos (como decía un paciente mío) se juntaron para decir, esto es malo y esto es bueno?". Uno, que lo tiene introyectado ni se lo pregunta. La mayoría de nosotros ni se lo plantea. Lo toma como un acto "casi religioso", un acto de fe, sin razonamiento, sin hacer análisis. Las cosas son así y punto. Uno no tiene que hacer esto, no tiene que hacer lo otro, ya se sabe que hay qué hacer y qué no. No hace falta andar explicitando y analizando en cada momento, en cada acción, si es buena o mala.

A: En realidad, ésta búsqueda del bien común tiene fundamentalmente mayor peso en lo moral.

M: La moral es la forma explícita y simplista de hablar de esto, que es mucho más profundo, una cosa más implícita. Está introyectada y es algo que se vivencia muy de adentro.

A: Una persona altruista ¿ puede estar encubriendo un egocentrismo psicopático secreto?

M: el altruista es aquel que, manifiestamente, tiende a accionar en pro de la comunidad o de los otros. Ahora, la motivación que lo lleva a eso puede ser muy amplia. Tal vez el altruista sea una persona buena. Está esa posibilidad también. No pensemos que detrás del altruista hay una sublimación en el sentido de Nietzsche. "Cuidado con los altruistas y con los caritativos que se están lavando a sí mismos", decía Nietzsche, en Genealogía de la moral. Pero existen los altruistas que son buenos, es decir, también tenemos que creer que existen los buenos. Es cierto que de acuerdo a nuestra experiencia los buenos parecen pocos.

De esa manera, si no tiene internalizado los valores, ahí sí se entiende dos cosas:

¿Por qué no existe el sentimiento de culpa, de vergüenza? Vergüenza es la manifestación social de la culpa o del ridículo. La culpa es de uno con uno mismo, en cambio la vergüenza es la manifestación social de la culpa. ¿Por qué no aprende ni con argumentación, ni con ciertas experiencias? Porque para él lo que está haciendo está bien. Es egosintónico con su accionar. Si se entiende esto es fácil entender lo demás. Para él, lo que está haciendo es correcto de acuerdo a su valoración de las cosas, es correcto para su propio código. Entonces, si es correcto y sale mal, el responsable no es él, sino que son los otros. Es la defensa aloplástica. Y es así que el psicópata vuelve a intentarlo otra vez.

Bumke decía que el psicópata vuelve a realizar los actos como en "fotografía". Parecen calcados. Uno, que ha tenido la suerte, como profesional, de trabajar con estos pocos seres, observa que una y otra vez come ten los mismos "errores" y de la misma manera, prácticamente, con distintos objetos (llámese objetos a las personas que están alrededor de ellos). Varían los objetos, pero el accionar, el patrón de acción es el mismo. De ahí que los yanquis, que son muchos, más de 200 millones, y entonces los psicópatas son más, buscan el patrón de conducta de un asocial. Buscan a sus famosos asesinos seriales siguiendo su patrón de conducta, sabiendo que repiten siempre los mismos pasos en su accionar, como decía Bumke.

Diario Clarín, 25/10/98

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El autocastigo psicopático

El psicópata se castiga fuertemente, con mayor dureza y crudeza con que lo harían las personas si lo juzgaran a él. ¿Cuándo ocurre eso? ¿Cuándo un psicópata toma medidas más extremas que las que la propia sociedad adoptaría?

El psicópata se castiga y de forma también psicopática, cuando se da cuenta que viola sus propios valores, cuando quebró sus propios valores, sus normas de conducta, entonces se autocastiga, y a veces con muchísima crueldad, a través de castigos muy severos. Esto lo van a ver si trabajan con psicópatas, que hacen muchas barrabasadas con respecto a los demás, pero se sienten al margen de la culpa. Y de pronto hacen, para ustedes, una pavada, una tontería y se castigan con saña. Y es porque esa tontería quebró sus propias normas. Es el caso de algunos suicidios raros, por ejemplo. O sea, existe un mecanismo de autocastigo muy fuerte en el psicópata. Pero,se castiga rara vez, y siguiendo su lógica.

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Desde el psicoanálisis: Otto Kernberg

Otto Kernberg,(4) enfatiza en que hay que diferenciar lo que es la conducta antisocial de la estructura de personalidad antisocial y que es muy importante diferenciar la conducta antisocial de la criminalidad. La criminalidad es un concepto legal, la conducta antisocial es un concepto clínico psiquiátrico y critica al DSM III, porque la definición de la personalidad antisocial lo realiza en términos de conducta criminal.

Con respecto a la sinonimia, Kernberg dice que el término tradicional para el tema que estamos tratando, era de persona psicopática. Luego fue reacción antisocial y el término contemporáneo es personalidad antisocial.

Para este autor, la personalidad antisocial tiene una estructura de personalidad de tipo narcisística. Kernberg dice que los fundamentos de esta personalidad son: autorreferencia excesiva, grandiosidad, tendencia a superioridad exhibicionista, dependencia excesiva de admiración por parte de otros, superficialidad emocional, crisis de inseguridad que alternan con la grandiosidad usual. Luego, dentro de las relaciones de objeto (con los otros), sería intensa envidia consciente e inconscientemente, mecanismos contra la envidia, especialmente tendencia de explotación, incapacidad de depender de otros, falta de empatía con nosotros, falta de compromiso interno en otras relaciones. Luego habla de las formas leves de patología del SuperYo, dentro de las estructuras narcisísticas: la incapacidad de experimentar depresión, la tendencia a tener grandes cambios de ánimo, una tendencia a estar regido por vergüenza en vez de culpa, el hecho de hacer actos antisociales. En este sentido, el temor a que lo pillen determina ser honrado y no un sentimiento de una moral interna. El sistema adolesce de valor ético adulto, o sea que, para Kernberg, los valores son infantiles.

La persona narcisística quiere ser admirada, porque es la más rica, la que tiene más objetos, porque es la más bonita, la mejor vestida, un contraste por querer ser estimada por los valores más adultos.

Y con respecto a la patología del Super Yo grave, que para Kermbeg constituye el síndrome del narcisismo maligno, las características son: conducta antisocial, agresión egosintónica dirigida contra otros en forma de sadismo o dirigida contra sí mismo en forma de tendencias automutiladoras o suicidas, sin depresión y una orientación paranoidea.

En la estructura antisocial propiamente dicha, tenemos conducta antisocial desde la infancia (mentir, robar, falsificar cheques, prostituirse, asalto, robo, asesinato, robo armado), hay una ausencia auténtica de capacidad de sentimiento de culpa y de remordimiento. Esto es importante, porque el psicópata puede presumir de remordimientos y una vez que lo han agarrado (no antes), puede aparentar culpas y pueden realmente sentirse arrepentidos o demostrar estar arrepentidas, simplemente para conseguir una atenuación de la pena.

La otra característica es total incapacidad de una relación afectuosa con otros. Hay relaciones de tipo parasitarias. El paciente, por ejemplo, dice el Dr. Kernberg, puede tener una excelente relación con su tía, resulta que la tía es la que le da dinero todo el tiempo, es la única persona con quien se cuida de mantener una buena relación.

Otra característica es la incapacidad de sufrir duelos auténticos, con tristeza y melancolía, y en lugar de ello surge rabia e impotencia por haber sido derrotados o descubiertos.

Estos pacientes son incapaces de enamorarse o de mantener una relación de amor como parte de sus relaciones sexuales. Las relaciones sexuales están desprovistas de todo tipo de ternura.

Diario Clarín, 25/10/98

Otra característica que se nota es la ausencia de planear "a futuro" y muchas veces el individuo actúa, aunque sea muy inteligente, como si no tuviera ninguna conciencia de las consecuencias para él mismo de su comportamiento. Hay indiferencia por su futuro a largo plazo y también suscribe (como todo el resto de los clásicos) que hay una falta de capacidad de aprendizaje, no aprende de sus propios errores y hay una repetición eterna de los mismos patrones conductuales.

Otro rasgo importante es la incapacidad de identificarse con valores morales. A veces, el antisocial es un experto en leer las reacciones de los demás, en adivinar lo que van a necesitar o hacer, pero no pueden captar la dimensión ética.

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