5.
CONCLUSIONES
III. Evaluación
de los resultados del proceso anterior.
En
esta etapa final, he trabajado con nueve de las doce alumnas restantes,
que han comenzado el segundo año de la carrera. (7)
He investigado aspectos puntuales, relacionados
con las entrevistas realizadas en el curso anterior: concepción
del aprender, concepción de la docencia.
He considerado útil además, pedir
el dibujo de la "pareja educativa", ya que conlleva aspectos más
profundos y persistentes, con un núcleo representacional muy
consistente a través de diversas poblaciones y edades.
Observo
que los conceptos impartidos durante el año lectivo ha pasado
a formar parte de las representaciones de rol, apareciendo la insistencia
en la responsabilidad, e incluso en la importancia de la tarea. Comparando
con lo expresado en el año anterior por las mismas alumnas, se
observa la modificación parcial de las representaciones, en función
de conceptos trabajados. Es decir que ha existido un proceso de objetivación
que ha proporcionado significantes rápidamente recortados, absorbidos
y naturalizados. (Aprendizaje como construcción, personalización
del aprendizaje, responsabilidad del rol, significatividad de los aprendizajes...)
Aparece en dos de las futuras docentes una imagen
ligada a la falta de reconocimiento social del rol: en sus dibujos,
se plantea una situación de mayor simetría que la percepción
tradicional, pero se observa la dificultad de comunicación con
el alumno. La vieja imagen de servicio y sacrificio, resurge a través
de sus expresiones verbales y gráficas.
En la mayoría, sin embargo, se reitera
la imagen tradicional: docente activo, con diversas insignias de poder,
alumnos pasivos. Los conceptos han sido incorporados pero no han transformado
la vivencia: Se observa el "anclaje" de estos conceptos en las representaciones
previas. Hay nuevos nombres, y cierto cambio de perspectiva, pero se
mantiene la consistencia con las expresiones anteriores de los mismos
alumnos.
El núcleo de lo manifestado el año
anterior, el lugar asignado a la profesión como mediación
de un ascenso social sigue presente. No se ha modificado la motivación
originaria de la opción de carrera.
Creo que este aspecto, depende de su ligadura
a las determinaciones sociales centrales, que dan al maestro un lugar
empobrecido en lo económico y en lo cultural, con una baja compensación
y escasa estimación por su labor, pero recubierto de símbolos
de poder, prestigio, sabiduría, democracia, que fueron heredados
de una realidad social anterior y son rápidamente desbordados
por la sociedad postmoderna, aunque permanecen en el imaginario social
marcando las relaciones docente - padres - comunidad y provocando en
algunos sectores sociales la ilusión de un camino hacia otra
posición más favorable en lo económico y cultural.
Por
consiguiente, estimo que:
Si
bien el trabajo en el Espacio de la Práctica ha logrado cierta
movilidad de las representaciones del rol docente en los alumnos
del Profesorado para E.G.B. 1 y 2, las determinaciones fundamentales
se encuentran en el marco social en que se desenvuelve la actividad
del Instituto. La baja valoración del rol docente, aunque
sea visto por estratos de la población con menor acceso a
bienes como posibilitador de ascenso social, está apuntalada
en la escasez de recursos asignados a la educación, y a su
vez "justifica" (otorga una falsa racionalidad) a la escasez de
estos recursos con dos mecanismos aparentemente contradictorios:
la percepción de la actividad docente como de servicio y
sacrificio, y la descalificación de los docentes en su capacidad
real para llevar a cabo su tarea. |
(7) Ver Anexo V
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