PERFIL
DEL EQUIPO DE SALUD PARA EL 2000
El
tema lleva consigo una ambigüedad: Tratar acerca del Equipo de
Salud deseable o el que se desprende de las tendencias actuales que
se oponen en gran medida a uno de los principios bioéticos,
el de equidad, y al derecho a la salud.
Enumerando las problemáticas que se perfilan
como importantes en este fin de siglo, vemos la implementación
de un modelo productivo que implica la desocupación de grandes
poblaciones, y bolsones de extrema pobreza con sus secuelas de desnutrición,
aumento de la mortalidad infantil, enfermedades relacionadas con la
falta de servicios sanitarios, etc. .
También existe ineficiencia en el sistema
educativo y en el de salud pública para adecuarse a los cambios
culturales. No hay políticas adecuadas de prevención
ni de promoción de la salud: por ejemplo de planificación
familiar asistida.
El envejecimiento de la pirámide poblacional
y las políticas actuales de previsión social, hacen
prever que se agravarán los problemas de la tercera edad que
podemos caracterizar con:
* Insuficiencia e inequidad de las prestaciones
previsionales.
* Secuelas negativas de la jubilación
(a veces anticipada). Dificultad por la desocupación global
de trabajar luego de la jubilación, rasgo que caracterizaba
a esta población hace algunos años. En forma tal vez
ilegal se daba una ocupación que lo hacía sentirse útil
e integrado a la sociedad.
* Institucionalización: la familia se
ha hecho menos continente del anciano, sobre todo en los grandes núcleos
urbanos. Inciden en forma importante los cambios culturales que han
afectado a la familia pero también los factores económicos
en juego.
* Soledad como alternativa a la Institucionalización.
* Esta población, además de las
enfermedades cuya etiología es el deterioro neurológico
o somático, sufre de depresión en sus formas insidiosas
o abiertas como secuela de los factores antedichos, y de los duelos
propios de la edad avanzada. Se han dado fenómenos de "epidemias"
suicidas, aunque también surgieron movimientos que los agrupa
y donde la lucha por mayor equidad da sentido a su vida.
Observamos que las tendencias globales al envejecimiento
de la población, al predominio de las enfermedades crónicas
sobre las agudas, a la complejización y correlativo encarecimiento
de la tecnología, a la concepción de la atención
de salud, como negocio y a la investigación en farmacología
como inversión de riesgo que "justifica" los grandes márgenes
de ganancia, temas globales y no locales, marcan límites muy
precisos a las posibilidades de atención en salud de los años
que se avecinan .
Se plantean a los efectores de salud problemas
no resolubles solo a partir del campo biotecnológico: debe
tomar conciencia de aspectos sociales, personales y éticos
que dan lugar a la incorporación de factores antes dejados
de lado. El concepto de calidad de vida excede lo que puede ser aportado
desde un campo profesional médico cerrado, e implica la necesidad
del equipo interdisciplinario que integre los aspectos psicológico,
social y ético. Cambia la imagen deseable de relación
médico - paciente, desde el estilo paternalista a uno más
horizontal, que percibe al paciente como una persona con derecho a
la autonomía y comprende a un equipo por un lado, a familia
y allegados por el otro y finalmente la presencia institucional del
Hospital, los sistemas prepagos o las obras sociales, que están
estrechamente implicados en esta situación.
Sabemos que las actividades de promoción
y prevención en salud, implican un costo mucho menor con beneficios
que exceden los proporcionados por las tecnologías de punta;
también que un equipo cuyo primer efector fuera el médico
de familia asistido y formado en lo interdisciplinario, con capacidad
de determinar las prácticas imprescindibles pero también
de decidir una derivación adecuada al especialista a partir
de un proceso comunicativo adecuado con el paciente, brindándole
a la información necesaria para no duplicar esfuerzos ni prácticas,
y de trabajar en forma conjunta con otros profesionales (psicólogo,
asistente social, terapista ocupacional, fonoaudiólogo, enfermero)
ahorraría tiempo, dinero y daría eficiencia al sistema
de salud.
El equipo de salud debería ubicarse en
una posición responsable frente a la gestión por una
mayor equidad, en acciones conjuntas con la comunidad con la finalidad
de construcción del Derecho a la salud. Representantes de la
comunidad por consiguiente deberían participar en la gestión,
como parte del control de calidad necesario para la eficacia del sistema.
Son estos desafíos para el logro de calidad,
equidad y eficiencia aquellos a los que deberían dar respuesta
los servicios de salud:
* Desarrollo de procesos de atención
acordes con la necesidad de cada individuo o familia, logrando su
participación en el proceso, y a la obtención del mejor
resultado posible en cada caso.
* Identificar poblaciones y riesgos, y adjudicar
los recursos y esfuerzos de manera diferencial para resolver los problemas
de salud y enfermedad. Esta preocupación deberían compartirla
todos los servicios de salud sean preventivos, curativos o de rehabilitación.
* Maximizar la relación entre el esfuerzo
realizado o el recurso invertido y el resultado obtenido.
Podemos hablar de tres aspectos que se requieren
para lograrlo: formación adecuada del profesional, cambio del
modelo de atención, rentabilidad de la tarea que no sea inversamente
proporcional a la dedicación a ella.
En cuanto a la formación:
* Cambios en la formación universitaria
que insista en la interdisciplinariedad y en la importancia del primer
nivel de atención, evitando el énfasis en la subespecialización.
* Humanización de la tarea.(Formación
humanística y ética)
* Sistemas de acreditación periódica
de los efectores de salud, que impliquen la permanente actualización.
En cuanto al modelo
de atención:
* Jerarquización del primer nivel de
atención
* Gerenciamiento del sistema a cargo del médico
de atención primaria.
* Planificación del equipamiento en recursos
de diagnóstico y tratamiento.
* Normativas consensuadas y fundadas científicamente.
* Auditoría adecuada.
Por otra parte, la tendencia actual es la de
convertir al antiguo profesional liberal en un empleado sujeto a políticas
empresarias, que tienen en cuenta el costo - beneficio monetario y
no el beneficio de la población.
El mismo énfasis en la atención
primaria, ha sido distorsionado para convertir al médico de
familia no en un especialista que recurra a la derivación cuando
ésta es necesaria, y contemple aspectos más amplios
mediante la escucha sino en alguien cuya principal función
es resolver la situación en el nivel menos costoso para el
sistema de salud, y cuya eficiencia está medida por realizar
la menor cantidad de derivaciones posibles aunque el paciente fuera
claramente beneficiado por estas derivaciones.
Es decir: el cuello de botella del problema
está en la estructura del sistema de salud, producto de una
sociedad que tiende a un capitalismo salvaje, con exclusión
de grandes sectores de la población que no está de ninguna
manera representada ya que incluso su acceso al voto está limitado
por la situación de clientelismo político a la que se
ve obligada.
Elena
María Sánchez
Lic. en Psicología
Tele/Fax 02268 422059
esanchez@univision.com.ar
Psicóloga en el Hospital Municipal
de Maipú.
Bioeticista
Docente en el Instituto Superior de Formación
Docente Continua Nº 170
Maipú - Provincia de Buenos Aires.
Grupo
Cheetah. Buenos Aires.Argentina
info@cheetah1.com.ar