Al fin puedo sentarme ante la
PC!!!
Con el viaje a Bs. As. me quedaron todas
las actividades trastocadas. Recién ahora estoy acomodando un poco
las cosas. Pero pude darme el enorme gusto de poder conocer personalmente
a algunos de Uds. de quienes solo tenía vuestra letra!!! Lamento
que los amigos de España y de otros países no pudieran estar.
En nuestra comunidad virtual parece que todos somos vecinos, hasta la hora
en que los kilómetros o el tiempo real nos dificultan el poder reunirnos.
De no ser por este medio que parece mágico quizás nunca nos
hubiéramos conocido.
Pero calculo que al paso que van las cosas no
faltará la oportunidad en que nos podamos comer un rico matambrito
de silicio, con sabor a nada, en algún salón virtual :-)
Les cuento que no llegué en horario por
culpa de Jorge Luis Borges.
Cuando buscaba la calle Costa Rica, donde queda
"El remanso" fui a parar a una callejuela que tiene el nombre del ilustre
escritor. Me enteré que eso era debido a que ahí había
estado su casa natal.
Mi hermano, adicto al tango y a Borges creyó
reconocer la casa en cuestión y nos entró nostalgia por verla.
Fuimos entonces y en un ambiente estilo colonial reciclado, lleno de humo
dulzón, con algunas personas de miradas curiosas sentadas en ambiguas
mesas de bar, nos informó el dueño del local que efectivamente
esa era la casa de Borges (aunque nos llamó la atención el
hecho de que no hubiera ninguna placa recordatoria ni nada por el estilo).
Nos aclaro luego que, como el Sr. Borges se había mudado, ahora
eso era un local de "solos y solas" pero que si queríamos estar
con él, él lo podía hacer buscar.
Demasiado amablemente nos sugirió que
nos sentáramos y lo esperáramos. Pensamos entonces que como
nuestra espera duraría por lo menos hasta la próxima reencarnación
del extinto letrado (y como ya tengo una pequeña colección
de Obeliscos) decidimos acortar la cosa y dirigirnos directo al Remanso
(nombre que empezó a gustarme más después de la inquietud
por la que pasé al enterarme de que Borges está desapareciendo
paulatinamente de la memoria de algunos argentinos ya que tampoco el policía
que hacia la ronda en la cuadra sabía donde vivía el tal
Borges porque era nuevo en el barrio)
Una vez ya (al fin) en el Remanso no
me atreví a preguntarle al mozo si ahí había una reunión
de psicoanalistas temiendo que por respuesta me sirvan Freud a la crema.
Por suerte la alegría que desbordaba en una de las mesas del fondo
hizo inútil todo cuestionamiento.
Del grupo presente a la única que conocía
en persona (salvando mi anterior omisión :-) es a María de
los Angeles L.G. que lamentablemente nos convidó poco tiempo con
su simpática presencia.
Hermoso el momento vivido. Muy lindo el lugar,
calentado con el fuego de tantos emotivos participantes (y la nafta del
Carcasone and company).
Lamenté enormemente no haber llevado mi
maquina de fotos aunque por suerte, alguien mas prevenido, tuvo la precaución
de sacar unas cuantas (aunque temo que mi presencia, o lo demasiado amarillo
de mi suéter, pueda estropear alguna lente no advertida :-)
Mas allá de las ideas que solemos
compartir, discutir, discurrir y dejar fluir en la lista, la emotividad
del encuentro, lo bello que había estado el día y lo agradable
de la charla me dejaron uno de esos pocos momentos en que la vida nos hace
creer que nos encontramos con algo que anhelábamos desde siempre.
Por unos instantes, al sostener una copa,
al mirar un rostro, deseé que en las fotos que se sacaban quedara
también plasmado eternamente ese sentimiento.
Descubrí también, como
Fredy hizo notar, que nunca las caras que uno imagina recubren las letras
que nos hablan en los mails. Pero advertí que bajo la apariencia
se agita intensamente ese familiar silencio que no tarda en hacerse reconocer.
Bueno, queridos amigos, es siempre un
enorme gusto poder leerlos.
Oscar Fiorio
fiorio@tucbbs.com.ar
Si querés ver las imágenes aquí
el link que te lleva a conocer a este interesante grupo de amigos, intelectuales,
psicoanalistas y poetas.
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