Ecología
OLVIDADOS
ENTRE LOS OLVIDADOS DE TODAS LAS GUERRAS...
LOS
ANIMALES !
El león ciego de Kabul
Cito
La
historia del zoo de Kabul y la desgraciada peripecia de su único
león son un ajustado paradigma de la tragedia que ha vivido
Afganistán
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ALFONSO
ROJO 19-11-2001 KABUL - testigo directo.
Al
elefante lo mataron a tiros hace unos años. El tigre falleció
cuando un cohete explosivo pegó de lleno en su jaula, y el
oso anda como alma en pena, con el hocico en carne viva y frotándose
la sarna contra los barrotes. El único que mantiene el tipo
es Marjan, el viejo león.
Marjan
se quedó viudo hace dos años, está ciego de un
ojo, sólo conserva un 5% de visión en el otro y tienen
que picarle la carne de burro, porque tiene la boca hecha una pena,
pero es la gran atracción del zoo de Kabul y, a veces, cuando
se incorpora y pasea tambaleante por el fondo de su foso, da la impresión
de darse cuenta.
El
zoo de Kabul es un horror. Queda a la orilla del río, junto
al barrio hazara. Para ser más exactos, junto a las ruinas
del barrio, porque no queda allí piedra sobre piedra desde
la época en que se mataban entre sí las milicias muyahidin,
que ahora integran la Alianza del Norte y son aliadas de Estados Unidos.
La
historia del zoo de Kabul y la desgraciada peripecia de su único
león son un ajustado paradigma de la tragedia de Afganistán.
Fue fundado en 1950, cuando reinaba en el país Zahir Shah,
el anciano monarca exilado en Roma a quien los norteamericanos quieren
traer de vuelta al país. Al principio, las cosas marcharon
bien. Había jardines, se regaban los árboles, las jaulas
estaban limpias y los empleados cobraban un modesto sueldo y no tenían
que robar la pitanza de los bichos para sacar sus familias adelante.
Cuando llegó Marjan, un cachorro de león regalado por
Alemania, hubo hasta una fiesta de bienvenida y se impartieron órdenes
para que se le buscase compañía femenina.
Así y todo, el zoo resistía y el Gobierno de turno se
encargaba de que los animales recibieran asistencia veterinaria y
comida suficiente. Lo mismo pasó durante los tres años
que aguantó en el trono el presidente comunista Najibulá.
En 1995, en la pelea entre tayicos y hazaras, fue cuando acribillaron
con ametralladoras antiaéreas al elefante y reventaron al tigre.
Marjan sobrevivió.
A
finales de abril, cuando los tayicos se impusieron y quedaron dueños
de toda la zona, un grupo de milicianos se acercó al zoo a
curiosear. Eran analfabetos semisalvajes bajados del valle del Panshir
y al ver a Marjan tumbado al sol quedaron estupefactos.
El
más bruto de todos, tras porfiar en que el animal era un cobarde
y no mordía, no tuvo otra ocurrencia que encaramarse a la verja
y descender al foso. Para demostrar su tesis, primero dio unos pasos,
después unas palmadas y, por último, jaló de
los bigotes al felino y tiró con fuerza, momento en que Marjan
alzó una garra y lo dejó seco.
Al
día siguiente, celebrado el entierro del estúpido panshiri,
se presentó su hermano decidido a vengar su muerte. Lanzó
tres granadas al foso, antes de que un periodista francés interviniera
y movilizara a los voluntarios de Médicos sin Fronteras
para salvar al animal. La ceguera, la falta de muelas, el labio descolgado
y las hondas cicatrices faciales de Marjan son producto de la metralla
que le extrajeron aquel día. Todavía no había
concluido el calvario.
Morir de hambre
En
1996, ocuparon Kabul los talibán y según el director
del zoo, Shair Aga, todavía empeoraron las cosas. «Retiraron
al veterinario, suspendieron las entregas de comida y nos quitaron
la mitad de los empleados», explica Shair Aga.
Quizá
mejore la situación a partir de ahora, pero no será
fácil. No hay vallas, las jaulas se desmoronan, la comida escasea
y varias de las 19 especies que han sobrevivido a tantos años
de espanto puede que no pasen el crudo invierno que se avecina.
Los
dos monos tienen la ventaja de ser juguetones, lo que estimula que
los niños les tiren trozos de fruta además de piedras,
y están en buena forma, pero el resto parece condenado. Las
dos lobas, una rusa y otra afgana, se pelean sin cesar; el chacal
ya sólo se asoma de noche; y Marjan, el viejo león,
está en las últimas. Tiene ya 47 años y ha visto
demasiadas atrocidades.
http://www.elmundo.es
FOTO
DE MARJAN
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_1668000/1668663.stm
http://news.bbc.co.uk/hi/english/world/south_asia/newsid_1666000/1666987.stm
Miscelánea Jueves, 22 de noviembre de 2001 - 00:04 GMT
El
león tuerto de Kabul
[El león Marjan]
Una granada traicionera casi cercena la vida del rey del zoológico
de Kabul.
En su mejor época, el zoológico de Kabul albergaba cerca
de 100 especies internacionales. Hoy en día, el león
tuerto Marjan es uno de los pocos sobrevivientes que queda en el lugar.
La
gente no tiene miedo de salir a las calles. Incluso hay mujeres que
se quitan el velo para ver mejor a los animales.
Sheragha
Omar, director del zoológico
Los
años de guerra fueron acabando con la mayoría de los
animales del zoológico. Muchos murieron de hambre y, en los
peores momentos de la guerra civil, otros terminaron sirviendo de
alimento para la gente.
El
jabalí fue uno de los que se salvó, debido a que la
religión musulmana prohíbe el consumo de carne de cerdo.
Igual
suerte no corrió la elefanta Hathi, que perdió la vida
cuando un misil lanzado por una de las facciones rivales aterrizó
en el zoológico.
Cuando
el Talibán tomó el poder en Kabul en 1996, los dirigentes
del régimen no sabían a ciencia cierta si el zoológico
era compatible con su forma de ver el Islam.
Pero
después de algunas discusiones, el departamento de Teología
de la Universidad de Kabul confirmó que el profeta Mahoma había
tenido mascotas y que los animales podían servir en el proceso
educativo.
Una
miradita
El
director del zoológico, Sheragha Omar, espera que la atención
internacional que se concentra en Afganistán sirva para que
mejoren las condiciones de los pocos animales que aún siguen
bajo su supervisión.
[Sheragha
Omar, director del zoológico de Kabul]
El director del zoológico no cobra desde hace cuatro meses.
Omar,
quien no cobra su salario desde hace cuatro meses, desea que el león
Marjan, de 45 años, termine su vida de manera digna.
A
comienzos de los noventa, un combatiente afgano, aparentemente para
dárselas de valiente en frente de sus amigos, se metió
en la jaula de Marjan. El felino le arrancó un brazo. Posteriormente
el hombre murió en el hospital.
En
busca de venganza, un amigo del occiso regresó al zoológico
y le lanzó una granada al león.
Según
Omar, el león Marjan aún está traumatizado por
ese peligroso lance con la muerte.
"Es
casi tan viejo como yo. El pobre animal no tiene compañera
y está envejeciendo rápidamente", agregó
El
oso afgano es otro de los animales que no se encuentra en buen estado.
Tiene una herida abierta en el hocico y no hay dinero para medicinas,
ni veterinarios que se ocupen del caso.
Tras
la salida del Talibán de la capital afgana, Omar no cree que
la Alianza del Norte tenga interés o recursos para financiar
al zoológico.
Para
alimentar a Marjan, Omar depende de la buena voluntad del carnicero
local y los conocimientos veterinarios de los profesores y alumnos
de la Universidad de Kabul.
Desde
que el Talibán perdió el poder en la capital, los afganos
muestran más interés en el parque zoológico.
"La
gente no tiene miedo de salir a las calles. Incluso hay mujeres que
se quitan el velo para ver mejor a los animales".Sheragha Omar,
director del zoológico
Fin
de la cita
Informa:Nuria
Querol i Viñas
Asociacion
Nacional de Amigos de los Animales (ANAA) Y de los que no son de ANAA
también :-D
http://www.anaaweb.org
Asuntos relacionados con ANAA:
anaa@anaaweb.org
con la lista:
intruder@teleine.es
revenge@arrakis.es
El
subrayado es nuestro: C H E E T A H
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