Ecología
cito
ESPERANZA
EN ÁFRICA
UN PAÍS PARA LOS ANIMALES
MOZAMBIQUE, Zimbabue y Sudáfrica han acordado crear un parque
natural transfronterizo. Con la misma extensión que Cataluña,
será el más grande del mundo.
ALFREDO MERINO
Hacía rato que los turistas descansaban en los cómodos lodges
del Skukuza Camp, tras pasar las horas de la madrugada en pos de los
interminables rebaños de cebras y ñúes. Más
de uno aliviaba el fuerte calor con el recuerdo del encuentro que tuvo
su grupo con un elefante o,
mejor aún, con cualquiera de los indiferentes rinocerontes que
no son difíciles de descubrir en el Parque Nacional Kruger. En
fin, un día de
tantos en el que está considerado uno de los lugares que mejor
gestiona la naturaleza salvaje en todo el mundo.
Muchos se extrañaron de la llegada del séquito. En el corazón
del primer espacio natural sudafricano desembarcaba una comitiva en la
que parecía viajar gente importante. «Qué falta de
idea llegar justo en mitad del día. Parece mentira que sean africanos;
no verán ni un león», señalaron
los más enterados. Muchos de aquellos turistas desocupados no lo
sabrán nunca, pero asistían a un momento histórico.
A las 12 del mediodía del pasado 10 de noviembre, los ministros
responsables de medio ambiente de Sudáfrica, Mozambique y Zimbabue
firmaron un protocolo mediante el cual sus Gobiernos se comprometían
a sacar adelante el proyecto del Parque Transfronterizo de
Gaza-Kruger-Gonzarezhou (GKG), un territorio salvaje de más de
38.000 kilómetros cuadrados; el más grande del mundo, con
una extensión similar a la de Cataluña.Las proyecciones
establecidas hablan de más de 2.000 especies de plantas, 45 especies
de peces, 34 de anfibios, 116 de
reptiles, más de 550 de aves y casi 150 de mamíferos.
Estos últimos son los más llamativos. Aquí vive la
mayor población de licaones (perros salvajes) que hay en el mundo,
con más de 350
individuos; 3.000 rinocerontes blancos, 300 rinocerontes negros, 9.000
elefantes, más de 3.000 hipopótamos, 125.000 impalas (una
especie de
antílope), 1.000 leopardos, 200 guepardos, 3.000 leones, 25.000
búfalos, 6.000 jirafas, 35.000 cebras Las cifras de este arca de
Noé son
descomunales.
La idea nació a finales de los 80, cuando la Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza (UICN) identificó
70 zonas protegidas de
60 países en todo el mundo, susceptibles de conectarse entre sí.
Impulsado por este organismo, en 1997 se creó la Fundación
Parques para
la Paz, de la que formaban parte los gobiernos de Mozambique y Sudáfrica.
Los largos años de guerra civil en los que se vio sumido
Mozambique habían impedido hasta ahora materializar el espíritu
de la Fundación.
Pero quizás lo fundamental de este proyecto es lo que está
por venir. Cuando se haya conseguido asentar el Parque GKG, los responsables
aspiran a extenderlo a lo que llaman Area de Conservación Transfronteriza,
un espacio que incluirá otros parques nacionales además
de reservas privadas. En total sumarán más de 100.000 kilómetros
cuadrados el equivalente a Portugal y Galicia juntos señalados
por el
desarrollo sostenible.
Queda mucho para que ese día llegue. Mozambique es un país
donde el 90% de la población vive en la pobreza y Zimbabue ha declarado
no tener dinero suficiente para acometer el proyecto. Además quedan
cuestiones en el aire como la cantidad de minas que hay enterradas en
ese área o las dificultades para evitar la caza furtiva en un territorio
tan vasto.
A
pesar de ello, el pasado 10 de octubre se dio un gran paso en la conservación
de la naturaleza en el mundo. Para los sufridos elefantes
del Kruger, tantas veces amenazados de muerte por ser demasiados para
la reserva sudafricana, se abrió una esperanzadora vía.
Ahora pueden acudir en busca de sus escasos hermanos mozambiqueños,
masacrados por décadas de guerras y hambrunas. Otros países
y espacios naturales deben seguir este camino.
EXTINCIONES
El desastre amenaza rivalizar con la extinción de hace 65 millones
de años. Las especies desaparecen 25.000 veces más deprisa
de lo que sería
el ritmo natural, y de aquí a 2050 la mitad de ellas podría
extinguirse para siempre. Ya sólo quedan en pie la mitad de los
bosques tropicales
húmedos, que contienen al menos el 50% de las espcies animales
y vegetales del mundo (1.400.000, aunque algunos estiman en 40 millones
el
número de seres vivos que pueden quedar por clasificar). Dos de
cada tres aves están amenazadas, mientras que el 25% de las 4.400
especies de
mamíferos conocidas podrían extinguirse. Cien de ellas están
en peligro en España. En la fatídica lista figuran: el lince
ibérico (no llegan a
600 ejemplares), la ballena vasca, el bucardo, el gato montés y
la nutria, a los que hay que añadir reptiles, anfibios y peces.
fin de la cita
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Informa: Nuria Querol i Viñas - Bióloga
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