Reportaje
al Dr. Miguel Angel De Boer
Entrevista para la revista"SIN CORDONES"
de la ciudad de Saladillo - Provincia de Bs. As.
El
Dr. Miguel Angel de Boer ejerce como Especialista en Psiquiatría
y psicoterapia en la ciudad de Comodoro Rivadavia, de la que es oriundo,
donde realiza también distintas actividades en el campo social
y cultural.
Actualmente preside el Capítulo: Salud Mental, DDHH y Tortura
de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA).
1-
Dada su experiencia, podría explicarnos que relación
existe entre la salud mental y los derechos humanos?
Si entendemos la salud mental como el estado y las condiciones psíquicas,
afectivas, emocionales mínimas y necesarias para que una persona
pueda lograr su plenitud, según sus deseos y capacidades, y
de enfermedad o patología a su imposibilidad, la vulneración
de los DDHH que son, o debieran ser, su garantía o sustento,
inciden ostensiblemente en desmedro de la misma, no sólo por
sus efectos directos, sino porque la enfermedad mental se convierte
- a pesar de la pesadumbre que implica - en un una forma de resistencia,
ineficaz por cierto, frente a tales
situaciones.
2-
Nos podría dar un ejemplo de esto que menciona?
Las conductas adictivas por ejemplo. El uso de sustancias como un
modo de afrontar una realidad externa insoportable (social, económica,
familiar, etc) que va vulnerando los recursos internos, atenúa
de un modo circunstancial tal sufrimiento a la vez que actúa
deteriorando aún mas las posibilidades de no solo de actuar
creativamente para modificar dicha realidad sino contribuyendo en
su perpetuación. O para decirlo en otras palabras: la pretendida
evasión se convierte en complicidad; los narcotraficantes y
gobernantes corruptos, agradecidos. Menos DDHH, menos salud mental,
mas enfermedad, menos participación, menos democracia efectiva
y así sucesivamente.
3-
De ahí que los gobiernos dictatoriales y autoritarios suelen
suspender selectivamente esos Derechos?
No sólo suspender, sino dentro de lo posible aniquilarlos,
dado que es una condición para su subsistencia y porque, como
en el caso de nuestro país, sus efectos se extienden en el
tiempo, siendo esta una de sus consecuencias más nefastas.
El avasallamiento por medio del terror, de la sociedad civil, la vida
personal, los actos, la ideas, y la ausencia de un castigo a los culpables
(impunidad) deja consecuencias en la sociedad que en muchos casos
es irreversible.
4-
Dichas consecuencias de que modo se manifiestan actualmente?
Se expresa de diversas maneras. No sólo que permitió
el desarrollo e instalación del llamado modelo económico
en su expresión mas inclemente, ante una pasividad de parte
de la población que va reaccionando gradualmente ante situaciones
cada vez mas insostenibles; en relación a ello la preponderancia
de gobiernos que siguen ejerciendo el poder a favor de intereses minoritarios
internos y externos; no sólo el vaciamiento económico
y social, sino la coartación, neutralización, disuasión,
de proyectos alternativos a este (des)orden establecido. Obviamente
me estoy refiriendo a las grandes mayorías. El sentimiento
de impotencia para no sólo gestar y soñar con esperanza,
sino para generar caminos conducentes a una sociedad distinta, inducen
al abatimiento que impone la percepción de que la única
realidad posible es la que vivimos, que, es cierto, era inimaginable
en épocas en que una gran parte de la juventud apostaba, aún
con su vida, a construir un mundo mas justo y equitativo. Por mucho
menos de lo que hoy ocurre se pretendió llevar a cabo una Revolución,
lo cual hoy tal vez suene también increíble.
5-
Y cree posible que se pueda revertir este estado de las cosas?
Mas allá de anhelarlo, entiendo que es ineludible ya no únicamente
en función de intereses parciales sino por que está
en juego la subsistencia de la especie humana misma. En momentos en
que estoy respondiendo a esta entrevista, la inminente acción
bélica global - por su poderío y por los objetivos que
la pretenden justificar y también por las derivaciones que
seguramente habrá de tener - que está por acontecer,
pese a la desaprobación de la mayor parte del planeta, acrecienta
aún mas la convicción de que la necesidad de defender
nuestros derechos (humanos), con todo lo que ello implica, no pasa
por una elección dubitativa, sino que ética y moralmente
son inherentes a la defensa de la vida, por lo que el deseo de justicia,
trabajo, educación, salud, paz debe a la vez transformarse
en el requisito indispensable para preservarnos como sujetos y actores
de la (nuestra) historia y propender activamente a ponerla a nuestro
servicio. O a obstaculizar todo lo posible a quienes se oponen a ello.
Dr.Miguel Angel de Boer
deboer@sinectis.com.ar
Especialista
en Psiquiatría - Psicoterapeuta
Presidente del Capítulo: Salud Mental, DDHH y Tortura de la
Asociación de
Psiquiatras Argentinos (APSA)
Residente en Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina.