Reportaje
al Dr. Miguel Angel De Boer
Hago
llegar a ud/s la entrevista que me ha realizado Roberta Bacic, miembro
de la WRI (Internacional de Resistentes a la Guerra -IRG, que saldrá
publicado en su revista internacional Peace News, con motivo de la
Conferencia Trienal Internacional a realizarse en Dublin del 3 al
10 de Agosto.
www.wri-irg.org/en/index.html
Miguel, tengo entendido que Ud. ha trabajado, en su calidad de medico
psiquiatra, con torturados por la represion politica en su pais, Argentina.
1.
Cual es el impacto que esta experiencia tiene en la vida individual
de las personas que lo han vivido y sus familiares/amigos cercanos?
2. Como relaciona su trabajo de 'sanador de almas y cuerpos' con la
lucha contra la impunidad?
3. Cuales son los efectos/impacto de la falta de justicia en el proyecto
social de las personas?
4. Como ha vivido Ud., como persona, la impunidad?
5. Como podemos avanzar? Para donde?
1. No solo como profesional sino por haber padecido personalmente
tal siniestra experiencia, puedo dar testimonio de que la tortura
es sin duda uno de los acontecimientos traumáticos mas severos
que puede padecer un ser humano. Sus efectos inmediatos y a largo
alcance son muy vastos tanto a nivel intrapsíquico, interpersonal
(vincular) como social (institucional y comunitario), puesto que tal
es el objetivo desvastador que se propone quien la ejerce: la destrucción
física y mental de sus víctimas y la irrupción
de su impacto en el tejido social a partir de su atravesamiento por
el terror, esto es: la traumatización de la sociedad en su
conjunto.
En quienes la padecen directamente, las consecuencias conllevan una
variada sintomatología que devienen de la experiencia (inédita
por lo catastrófica, por cuanto el horror se torna real) de
dolor,que no se restringe a lo corporal, a manos de un semejante -
si cabe tal término - como asimismo del demoledor ataque a
su integridad, su identidad y su subjetividad, donde las vivencias
de despersonalización, desrealización, desubjetivación,
desorganizantes y desestructurantes del psiquismo pueden manifestarse
en las mas diversas patologías (estrés postraumático,
depresiones, psicosis, trastornos somáticos, adicciones, fobias,
auto y heteroagesividad, etc.) dependiendo su intensidad y gravedad
de múltiples factores que pueden o no favorecer el apuntalamiento
y sostén de las víctima. Sintomatología que también
puede expresarse en el entorno inmediato como la familia y mas aún
transgeneracionalmente, de no mediar no solo un tratamiento adecuado
sino, lo que es mas importante, la reparación social (simbólica)
que deviene de la sanción del delito basado en el ejercicio
pleno de la verdad y la justicia y su inscripción ejemplificadora
y normativizadora en la memoria colectiva.
2. La posibilidad de brindar ayuda a mis pacientes a lo largo de ya
mas de veinticinco años, parte de los cuales ejercí
en situaciones muy dificultosas bajo el asedio de la dictadura con
el riesgo cotidiano de perder la libertad y/o la vida, me han permitido
compartir mancomunada y solidariamente penosos sufrimientos, terribles
secuelas, arbitrariedades estigmatizantes, amputaciones y pérdidas,
todo lo cual fecundó espíritus y mentes, desarrollando
mi trabajo en el convencimiento que si bien toda sintomatología
es también una forma de resistencia, la salud mental promueve
seres humanos cuya plasticidad creativa mas plena no es concebida
sino en el ejercicio de la libertad, el respeto a las diferencias,
la justicia, la equidad y la defensa de los derechos inalienables
a la condición humana.
3.
La impunidad y el olvido son factores retraumatizantes para las víctimas
directas e indirectas, a la vez que actúan induciendo la aparición
de crímenes similares al quedar legitimados (por no castigados)
los delitos. Toda transgresión exculpada se naturaliza, por
lo que la ausencia de un ejercicio pleno de la justicia sume al conjunto
de la sociedad en un estado de anomia, desamparo, vulnerabilidad,
inseguridad y orfandad que atenta contra la cohesión de los
lazos sociales, los sentimientos de pertenencia, reeditando - inconscientemente
- el terror, sumiendo al sujeto en la impotencia, la desesperanza,
el escepticismo, por cuanto sin justicia se produce una pérdida
de referencias (valores, modelos, ideales) y de garantías con
la amenaza a la existencia (y su significación) que tal situación
determina. Efecto desocializador y deshistorizador que posilita el
ejercicio abusivo del/los poderes dominantes.
4.
En consonancia con lo antes mencionado, debo transmitir que he vivido
y vivo la impunidad imperante en mi país con gran indignación,
tristeza, bronca, rechazo, humillación por un lado, y con el
mas firme propósito de resistencia y lucha en pos de su quiebre
por el otro. Correlativamente fueron momentos de intensa angustia
y zozobra tanto la promulgación de las aberrantes leyes de
Obediencia Debida y Punto Final bajo el gobierno de Raúl Alfonsín,
como los decretos de Indultos a los genocidas expedidos por Carlos
Menem, donde la mayoría de los responsables de torturas, desaparición
de personas, expropiación de menores y otros delitos de lesa
humanidad fueron liberados. Asimismo los aún no esclarecidos
atentados a la Embajada de Israel y la AMIA y los numerosos episodios
de corrupción económica y política que se produjeron
y se siguen produciendo, evidencian la fragilidad de la justicia o
lo que es lo mismo de todo lo que queda por realizar en la construcción
de una democracia auténtica. Impunidad funcional al neoliberalismo
económico imperante que ha sumido a la mitad de nuestra población
por debajo de la línea de pobreza, con todo lo que ello trae
aparejado: desocupación, retroceso de los derechos laborales,
violencia social, deterioro en la salud y la educación, represión,
por mencionar solo algunas de sus consecuencias.
5.
No obstante se han ido logrado importantes avances pese a todo lo
que queda aún por hacer. En ese sentido la lucha de los organismos
de DDHH, donde se destaca la emprendida por Madres y Abuelas de Plaza
de Mayo; la distintas formas de movilización, resistencia y
por el esclarecimiento, la justicia y el castigo a los culpables;
la ubicación y recuperación de numerosos hijos de desaparecidos
apropiados forzadamente por sus verdugos; la derogación de
las leyes mencionadas (de Obediencia Debida y Punto Final); el reencarcelamiento
de genocidas que estaban en libertad por delitos imprescriptibles;
la sanción moral a los torturadores (y también a los
políticos y funcionarios corruptos) que no pueden circular
"libremente" por el riesgo de ser "escrachados";
el impedimento de muchos de los mismos para salir fuera del país
por la posibilidad de que puedan ser juzgados extraterritorialmente;
la recuperación de la memoria de los desaparecidos y su lucha;
el conocimiento y difusión de los verdaderos motivos e intereses
que condujeron a la implementación del Terrorismo de Estado;
en fin, la conciencia que se va gestando socialmente en pos del "Nunca
Mas", son algunos de los jalones que revitalizan las esperanzas
por un mundo y una sociedad distinta. Luego del exterminio mas aberrante
que haya ocurrido en la historia argentina y en una de las etapas
mas difíciles, complejas e injustas para la mayoría
de nuestro pueblo, en beneficio de una minoría, lo logros mencionados
son los pilares que indican el sendero a recorrer para enfrentar tanta
injusticia, tanto dolor, no solo para resistir sino para transformar
y ser artífices activos de una nueva cultura.
Dr.Miguel Angel de Boer
deboer@sinectis.com.ar
Especialista
en Psiquiatría - Psicoterapeuta
Presidente del Capítulo: Salud Mental, DDHH y Tortura de la
Asociación de
Psiquiatras Argentinos (APSA)
Residente en Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina.